Cómo mejorar nuestra salud e higiene ocular

La higiene ocular es fundamental para el cuidado de los ojos  y los párpados. Los ojos están expuestos a continuas agresiones ya que están en contacto directo con el entorno. Agresiones físicas, químicas y biológicas pueden producir una gran variedad de síntomas y patologías asociadas al ojo.

Hay que concienciarse de mantener una correcta higiene ocular desde edades muy tempranas. Los niños son un sector de la población susceptible de padecer conjuntivitis debido a que lo tocan todo y no mantienen una adecuada higiene de manos. Es muy habitual el contagio en guarderías y colegios y entre los propios familiares.

De la misma manera los portadores de lentillas deberían ser pulcros en su higiene ocular realizando una correcta limpieza tanto del ojo como de las lentillas antes y después de usarlas. Deben además utilizar lágrimas artificiales compatibles con las lentillas para mantener hidratado el ojo.

Las personas mayores son un sector muy vulnerable debido a que el envejecimiento hace que la película lacrimal se deteriore y aumente la sensación de ojo seco. Los síntomas más frecuentes asociados a esto son problemas de irritación, picor y enrojecimiento ocular. Tratarlos de forma eficaz es fundamental para evitar heridas en la córnea y conjuntivitis.

Posibles patologías en los ojos

 

La irritación ocular: Está provocada por agentes externos como el humo, , agua de mar, de piscinas, nieve ,polvo, viento, frío extremo y partículas químicas ambientales. Los síntomas más comunes son ardor e inflamación. La sensación de tener  arenilla o un cuerpo extraño es muy frecuente.

La fatiga ocular: Actualmente permanecemos  frente a la pantalla del ordenador  o del televisor varias horas al día. Malas condiciones de iluminación a la hora de leer o la sobreexposición a la luz solar sin gafas o protecciones adecuadas hacen que padezcamos fatiga visual. Se puede manifestar clínicamente con  visión doble, desdoblamiento de las líneas de lectura, visión borrosa, dolor ocular y cefaleas.

Las conjuntivitis: Es la patología más frecuente de los ojos. No es más que la inflamación de la membrana  que  tapiza la parte exterior del ojo. Se manifiesta con  sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento y  secreciones. Las conjuntivitis  pueden estar provocadas por bacterias y se  tratarán con colirios antibióticos o provocados por virus, en cuyo caso el tratamiento es sintomático. También pueden ser no infecciosas debidas a humo, lentes de contacto o productos químicos y alérgicas.

Ojo seco: Se origina por una  falta de lágrima. En la actualidad es la enfermedad ocular más frecuente, ya que se ha comprobado que la mayoría de los ojos irritables se producen debido a ojos secos.  Existen diferentes lágrimas artificiales para paliar los síntomas.

Blefaritis: Es la inflamación del borde de los párpados acompañada de picor, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo y caspa alrededor de los ojos.También se puede observar edema de los párpados, secreción mucosa y queratitis superficial y, en ocasiones, acné rosácea. La blefaritis puede ser de etiología alérgica, parasitaria, bacteriana o mixta.

En todos los casos hay que consultar al profesional sanitario y utilizar  productos adecuados a nuestra patología.

Rutinas de higiene para nuestros ojos

 

-Lavar la zona ocular con cuidado y frecuentemente. Los párpados y las pestañas protegen a los ojos de la desecación y de los cuerpos extraños. Hay que utilizar toallitas y geles especiales. Eliminar los restos de maquillaje (en caso de que los usemos) y las lagañas al despertar.

El ambiente donde nos encontremos debe estar aireado, bien iluminado y sin exceso de humedad.

En el trabajo y siempre que sea posible, colocar el ordenador a unos 40 centímetros de distancia e inclinado 20 grados para evitar reflejos. Bajar el  brillo de las pantallas es otro gesto a realizar.

Descansar los ojos : realizar pausas de cinco minutos cada dos horas de trabajo, un pequeño masaje ocular o mirar hacia el horizonte evitará la fatiga de los ojos.

No tocarnos los ojos con las manos sucias para evitar la exposición a las infecciones.

Proteger nuestros ojos del exterior. Unas buenas gafas de sol, preferentemente polarizadas, nos van a proteger eficazmente de los rayos UV y de otras inclemencias del tiempo, como el viento.

Los productos más utilizados en la higiene ocular son: el suero fisiológico para lavar y arrastrar pequeñas partículas, toallitas de limpieza para patologías diversas que restauran la zona ocular al mismo tiempo que la limpian  y las lágrimas artificiales que previenen la sequedad ocular.